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Andrés Felipe Pantoja es también emprendedor. Gracias a las enseñanzas que tuvo en la Universidad, pudo llevar a cabo su proyecto de emprendimiento, Legal Mentors, una oficina de abogados virtual, en la que los micro, pequeños y medianos empresarios tienen acceso las 24 horas del día a un pool de abogados en todas las áreas del Derecho relacionadas con la actividad empresarial.

Lo novedoso de este emprendimiento es que usan la tecnología como su principal aliado y herramienta de trabajo para responder todas las solicitudes desde cualquier lugar. Para acceder a la plataforma y enviar las consultas requeridas solo es necesario una mínima inversión mensual de acuerdo con el plan que se quiera contratar. “Gracias a las alianzas que tenemos, los medios tecnológicos nos permiten cubrir todas las áreas del Derecho y responder desde cualquier parte del país o del mundo” , cuenta Andrés Felipe.

Esta oficina de abogados está conformada por 6 socios emprendedores, dentro de los cuales se encuentran abogados senior que se encargan de guiar y apoyar los procesos de aprendizaje de los abogados junior, lo cual deriva en escenarios de trabajo colaborativos y no de subordinación. “Las economías colaborativas siempre serán un pilar muy fuerte y de suma importancia para los proyectos de emprendimiento”, comentó.

Este emprendedor está muy agradecido con su alma mater por haberle abierto las puertas en la etapa inicial de su proceso y por contribuir con el desarrollo de su idea, lo cual ratifica el apoyo constante de la Universidad tanto para los estudiantes como para sus egresados. Por ello es que Andrés, emocionado, resalta que ser Sergista es para siempre, sobre todo porque emprender es un camino largo y difícil. Al respecto afirma: “Vine, toqué las puertas y me extendieron la mano como institución. La Universidad da las herramientas necesarias para que nos podamos desplegar como profesionales idóneos, bien sea como colaboradores de una empresa o como emprendedores”,indicó.

Frente a los retos que tiene un emprendedor, Andrés Felipe asegura que el principal es uno mismo, pues emprender es transitar por un camino lleno de complejidades y obstáculos. Cómo manejar esos problemas y convertirlos en oportunidades depende de cada cual. Por tanto, es necesario ir algunos pasos adelante y tener, por ejemplo, definido el nicho de mercado teniendo en cuenta los bienes y servicios que se quieren desarrollar además de tener una lista de stakeholders para evaluar si la opción de negocio plantada es viable y rentable. Afirma que: “La mayoría de emprendedores se rinden a mitad de camino cuando se encuentran con un obstáculo, pero la perseverancia y las ganas de sacar adelante el negocio es lo que de verdad importa. Es necesario ver esos baches en el camino como oportunidades y no perder el interés, la pasión y la disciplina En el emprendimiento uno puede empezar con una cosa y terminar con otra completamente diferente”.

Andrés Felipe es muy enfático al decir que la principal falencia de los profesionales actuales es la consecución de los fines, dado que se interesan en obtener dinero rápidamente cuando la intención debe ser otra. Si se tiene claro el nicho de mercado y los stakehokders, el dinero llegará en un mediano o largo plazo. “El dinero no es más que una consecuencia. Tenemos que vender la temática y darle personalidad a nuestra empresa. La idea central es vender un concepto que beneficie a la sociedad”, agregó.

“La mezcla entre innovación y humanismo es lo que nos hace diferentes en el mercado laboral. Nuestra formación humanista se reconoce por el modus operandi, que es el diferencial más grande de un Sergista”, añade. Y es que la Universidad se caracteriza por sus principios filosóficos y sobre todo por la formación humana que inculca desde el momento en el que los futuros profesionales empiezan su formación académica.

La academia juega un factor fundamental en el proceso de emprendimiento de una persona, porque, de acuerdo con Andrés Felipe, es la que da las bases intelectuales necesarias para poder desarrollarse satisfactoriamente en el área o campo de interés. “Los profesores fueron los encargados de sembrar esa semilla de trabajar por lo que los estudiantes quieren hacer de su proyecto de vida. Si tenemos una buena formación académica, podemos crecer y estructurar un modelo de negocio viable, perdurable y escalable Además, en ocasiones nacen nexos cercanos entre estudiantes y profesores que muchas veces trascienden el ámbito académico a uno más informal y amigable.”, concluyó.