Amanecimos de un momento a otro con la noticia de que Facebook le cambió el nombre a su empresa por Meta. Varias personas nos impactamos cuando vimos que el logo de Facebook fue modificado por un símbolo de infinito. Y es que resulta insólito que una compañía tan importante haya tomado esta decisión, pues cambiar el nombre es cambiarlo todo.

Las dudas empezaron a amplificarse en la mente de varios usuarios de las tecnologías: ¿qué es Meta? ¿por qué Meta? ¿Facebook se acabó? Evidentemente, la primera respuesta certera que tenemos es que Facebook no se ha acabado. El cambio de nombre es una apuesta estratégica con una inversión altísima, en la que Mark Zuckerberg quiere mantenerse como pionero de las grandes revoluciones tecnológicas de esta era.

Cuando Zuckerberg creó Facebook como red social, nuestra manera de interactuar con el mundo tuvo un giro de 180°. Actualmente, Instagram, Tik Tok, Youtube y hasta Tinder se han consolidado gracias a Facebook.

Pese a que la pantalla se convirtió en un lugar en el que se puede vivir e interactuar, sus límites han buscado superarse, pues las cinco pulgadas de un celular o las 42 pulgadas de un televisor no son suficientes para todo el espectro perceptivo que tenemos los seres humanos. Es por esto por lo que aparece la realidad virtual, un espacio en el que la inmersión es absoluta.

Con la posibilidad de tener una experiencia sensorial casi completa, surge un entorno digital para que las personas continúen interactuando dentro de la red. Un lugar para tener una forma diferente de asumir la realidad, pues contempla un sinfín de oportunidades creativas gracias a las ventajas del mundo digital. Es así como Facebook comprende que debe actuar y comienza una carrera titánica por ser pionero en la creación de la civilización digital.

El Metaverso es un lugar digital en el que, gracias a la realidad virtual y a la realidad aumentada se puede acceder a un sinnúmero de información de manera inmersiva. Es la opción de estar en internet a través de una pantalla infinita y en tres dimensiones.

Con esto en mente, valdría la pena preguntarse cuáles son las posibilidades, en términos de diseño de experiencias que podría tener una persona en este universo en el que muchas cosas son posibles. Por ejemplo, ser un cantante reconocido internacionalmente que mediante un avatar logra superar sus problemas de seguridad para hablar en público. Este es el caso de Dipper Scott (su nombre real es Jacob Thomsen), un artista al que se le creó un alter ego mediante un avatar digital y así logró ganar uno de los shows de talento más importantes del mundo.

En el Metaverso gobiernan las metáforas. Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la metáfora es una alegoría, una representación que busca comparar una realidad con otra. ‘El tiempo es oro’ es de las metáforas más conocidas. Evidentemente, el oro es metal y el tiempo es una unidad de medición. Sus naturalezas son distintas, pero con la metáfora podemos unir dos realidades opuestas y darle un sentido que tiene valor para nosotros.

Al igual que el ejemplo anterior funciona el Metaverso. Sabemos que se viven simulaciones de la realidad gracias al desarrollo digital y se pueden representar situaciones de la vida cotidiana para seguir interactuando. Aspectos como ir de compras, tener una casa, asistir a una reunión de trabajo e, incluso, acudir a clases en la universidad se podrían vivir como metáforas dentro del Metaverso.

En la Universidad Sergio Arboleda hemos llevado a cabo clases dentro del Metaverso. Los estudiantes de la Escuela de Educación resaltan que, “en esta experiencia el impacto generado por el entorno interactivo los ha transportado a un mundo de conocimiento totalmente nuevo. Las posibilidades de recrear situaciones, de vivir de una manera más directa el aprendizaje generan fascinación”.

Dentro del Metaverso podríamos enseñar cómo funciona el cerebro navegando de manera digital y en realidad virtual por los diferentes módulos cerebrales que posee el sistema nervioso central. Incluso podríamos aprender filosofía teniendo un diálogo directo con un Sócrates recreado con Inteligencia Artificial. En otras palabras, el mundo de la creación dentro del Metaverso es un camino para seguir evolucionando en términos didácticos para que el aprendizaje sea más vivencial, experiencial y, por ende, significativo.

Finalmente, podríamos decir que el Metaverso es el resultado de la innovación por querer ir más allá. En La Sergio, tenemos la innovación como eje de articulación de nuestros pilares institucionales. Por eso, también buscamos ir más allá para mejorar nuestros procesos de enseñanza y con ello aportar al desarrollo y transformación social del país.


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