En esta oportunidad, con “los Candidatos desde la Academia”, Marta Lucía Ramirez conversó con la Escuela de Política y Relaciones Internacionales sobre su pasado profesional, aspiraciones presidenciales y críticas al sistema político colombiano.

La política colombiana se ha caracterizado por los vaivenes y personalismos de turno, sin embargo, la idea de hacer política seria, disciplinada y que responda a los intereses de la nación, tal como lo manifiestan los manuales y clásicos autores de la Ciencia Política, se ha convertido en los derroteros de quienes aspiran al máximo cargo del Estado.
Marta Lucía Ramírez, haciendo gala de su tradición partidista y construcción como política que representa colectividades significantes, recordó su paso por las carteras de Defensa y Comercio Exterior citando sus logros más significativos e importantes y en una charla flexible recordó sus años como estudiante y su juventud que estuvo cargada de grandes emociones al aludir a su sueño por el servicio a la gente. Lo anterior, mostrando cercanía con la audiencia estudiantil que la escuchaba atentamente.

Un candidato presidencial más allá de invocar su trayectoria política y profesional, debe mostrar que entiende y lee las problemáticas sociales. Construir una agenda prospectiva, que brinde soluciones estructurales y que logre cohesionar a la población con un proyecto común sin caer en los peligros del populismo. Colombia atraviesa por una situación interesante, las transformaciones institucionales y sociales, por el lado de la convencionalidad, y las de la violencia en conjunto con la mutación de los conflictos, por el lado de la irregularidad, son dos puntos que convergen en la arquitectura política del país.

Ramírez comprende a la perfección la situación y conoce los puntos críticos a los que se enfrentaría en una eventual presidencia. Sus reflexiones en el conversatorio dejaron ver que sus preocupaciones son compartidas por gran parte de la ciudadanía. No obstante, ningún candidato o aspirante ha mostrado, hasta el momento, un interés en la política exterior colombiana más allá del tema fronterizo con Venezuela y algunos ejes tradicionales con Washington. Asunto pendiente en la agenda política de todos los espectros ideológicos colombianos; el parroquialismo de nuestra acción exterior se reduce a una agenda corta, poco estratégica y que olvida regiones atractivas como Asia, África y el resto de América Latina.

Colombia se enfrenta a particularidades políticas e institucionales interesantes. Los líderes políticos sin importar el color de su partido, entrarán en una dinámica no tradicional de la agenda colombiana, pero también el mundo está en constante cambio, para eso es necesario no sólo un presidente que le quepa el país en su cabeza sino el mundo entero.

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