Gisella Herrera, estudiante hondureña de la Maestría en Dirección Tributaria y Ariel Méndez, estudiante nicaragüense de la Maestría en Administración de Negocios, en la Universidad Sergio Arboleda.

Gisella Herrera Solórzano, abogada y docente universitaria y Ariel Méndez, profesional en ingeniería ambiental, llegaron a Colombia como becarios de ICETEX para fortalecer su perfil y cumplir el sueño de hacer una maestría con bases humanistas, una meta que hoy cumplen en la Sergio Arboleda.

En efecto, desde Choluteca, Honduras, Gisella llegó al país para cursar la Maestría en Dirección Tributaria y Ariel viajó desde Managua, Nicaragua para estudiar la Maestría en Administración de Negocios, dos programas de posgrado de la Sergio Arboleda. En entrevista para la Oficina de Relaciones Internacionales – ORI, ambos hablaron de esta experiencia, sus planes y expectativas al finalizar su posgrado.

¿Qué opinan de Colombia?

Gisella Herrera: La experiencia ha sido muy bonita, estoy creando nuevos recuerdos, y he conocido muchas personas muy buenas. Hemos tenido desafíos, como en cualquier otro país, pero ha sido buenísimo. ¡Ya me recorrí todos los museos!

Ariel Méndez: Colombia me ha parecido increíble, sobre todo Bogotá. Siempre he sido amante del frío y en Managua la temperatura podía llegar hasta los 35 grados, venir aquí ha sido refrescante, la comida es deliciosa y la gente muy respetuosa, te tratan bastante bien.

¿… y de la gastronomía colombiana?

G: Lo primero que probamos fue la bandeja paisa, pero la mazorcada, por ejemplo, es super chévere, no sabía lo que era, pero la probé y me encantó. La ‘aguapanela’ con queso y almojábana, y la arepa con chorizo también son deliciosos.

AM: De momento la comida que más me ha gustado ha sido la bandeja paisa, y la cazuela de mariscos. Me ha parecido extraño ver la miel en un montón de comidas, por ejemplo, en el pollo. Eso es algo que nunca había visto y todavía no me he atrevido a combinarlo.

Ariel, ¿viste alguna similitud entre Bogotá y tu ciudad natal?

Managua tiene una población de un millón y medio de habitantes, Nicaragua siete millones y medio, entonces solo Bogotá tiene más población que Nicaragua, por lo que fue un choque muy grande pues sentía que todos los espacios eran muy reducidos, además de ser una ciudad muy acelerada, que te obliga a irte rápido, pero luego fui viendo las ventajas que tiene vivir en Bogotá.

¿… y has visitado otras ciudades?

Conocí Medellín, es muy tranquila, espaciosa, agradable y Cartagena me recordó mucho mi casa, de hecho, me inquieta que desde que vine no he regresado a Nicaragua, y allí tuve un choque de calor. Voy a sufrir cuando regrese.

¿Qué los motivó a elegir La Sergio?

G: Antes de La Sergio apliqué a dos universidades más, pero opté por la Sergio Arboleda, ya que tiene en cuenta al ser humano, es decir, no solo hablamos de impuestos, hacienda, tributación… también estamos incorporando la dirección y esta parte es esencial porque nos capacita para gerenciar un grupo… eso me cautivó.

AM: Buscando universidades la encontré en los rankings de las mejores universidades de Colombia, y cuando vi el pénsum definitivamente me convenció el humanismo y el fortalecimiento de las habilidades del ser; siento que usar todo el primer ciclo para consolidar esas habilidades era justo lo que necesitaba para esta nueva etapa de mi vida. La Sergio siempre fue mi primera opción.

¿Cómo ha sido su proceso en la maestría?

G: Ha sido una experiencia muy enriquecedora, todo es totalmente diferente, y eso me ayuda a cambiar de perspectiva en lo que al esquema de mi país se refiere. Me hace querer profundizar en las políticas y buenas prácticas que podrían incorporarse a nuestro sistema. Además, encontrar docentes de tan alto nivel motiva a prepararse y estudiar más a fondo.

AM: Lo que más me ha impactado es la calidad de los docentes, todos tiene currículos increíbles, me sorprende la preparación que tienen, el dominio, la facilidad con la que captan nuestra atención.

¿Cuál es su asignatura favorita?

G: Entorno Económico, con Eduardo Muñoz. Es una clase prácticamente internacional, vemos macroeconomías, lo que nos abre las puertas para estudiar otros países, y así aplicar todas estas herramientas.

AM: Negociación e Inteligencia Relacional. Es una clase muy buena porque aún con cosas sencillas te obliga a interiorizar muchos conceptos de la vida, y permite reflexionar sobre por qué hacemos las cosas como las hacemos, y qué hace que yo, Ariel, tenga determinadas concepciones. Definitivamente, me marcó para siempre.

Giselle, ¿cómo ha sido la integración con tus compañeros?

Los colombianos son muy sociables y empáticos. Me enfermé y, mientras estaba en esa situación, me di cuenta de la sinceridad con la que me expresaban su preocupación. Ese trato tan humano ha sido fenomenal, porque acogen a una persona que no es de su nacionalidad, que está aquí y que no volverán a ver… Han sido muy solidarios y siento que ya hacen parte de mi familia.

¿Cuáles son sus planes o expectativas al finalizar la maestría?

G: Venir a estudiar con estas personas, con este currículo ha significado un gran aporte, es decir, mi tesis va enfocada en una estructura comparativa de ambos países con la que busco aportar. Quiero especializarme tanto en mi área, como en dirección para aplicarlo e instar a otras personas a que se preparen de la misma forma en que yo lo hice. Espero, además, hacer la doble titulación que tiene esta maestría en Estados Unidos o en España, y mejorar mi inglés.

AM. Yo espero regresar a mi trabajo y aplicar los conocimientos que estoy aprendiendo aquí, siento que van a ser de mucha ayuda y, con el tiempo, crear mi propia empresa.


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