En un evento que reunió a decanos, vicedecanos, docentes y administrativos, la Universidad Sergio Arboleda presentó el “Modelo Pedagógico por Competencias”, una apuesta educativa que comprende una estructura dinámica de enseñanza que busca potenciar y desarrollar el saber hacer en un contexto social complejo.

Así las cosas, en instalaciones de Centro de Eventos Hall 74, se llevó a cabo el lanzamiento y explicación de este nuevo modelo por parte de Juan Carlos Morales, director académico de la Decanatura de Innovación y Desarrollo Digital de la Institución, quien, de manera detallada, abordó las particularidades de este innovador proceso de formación, que se basa en las dimensiones del saber, el ser, el hacer y el convivir. Adicionalmente, el directivo destacó que esta estrategia implica un cambio de paradigma en la labor de los docentes en las aulas de clase.

Vale la pena mencionar que dicho modelo se relaciona con el proyecto educativo Docentes 4.0, en el que se trabaja por robustecer las competencias digitales de los profesores, con la finalidad de formar profesionales acordes a las exigencias y desafíos de la Cuarta Revolución Industrial.

En diálogo con Germán Quintero Andrade, vicerrector académico de la Universidad Sergio Arboleda, explicó el origen de este modelo pedagógico, sus principales características, sus contribuciones e impacto en la Comunidad Sergista.

¿Que motivó el cambio del modelo pedagógico de la Universidad?

Dentro de las reflexiones y proyectos de mejoramiento de la Institución, que se realizaron en el marco de la autoevaluación con propósito de acreditación, empezamos a revisar nuestro modelo pedagógico. Fruto de esto, llevamos a cabo investigaciones e indagamos en universidades americanas y europeas, lo cual nos condujo a implementar un cambio paulatino en nuestra forma de enseñanza y currículos.

Dentro de esta revisión permanente, y ante los cambios por la presencia de nuevas tecnologías -que no solo han modificado la educación, sino toda la actividad humana- se decidió acelerar el proceso para la estructuración curricular por competencias, que permitiera una formación profesional más acorde con las expectativas laborales o de emprendimiento.

¿En qué consiste el modelo pedagógico por competencias?

Según el diccionario de la Real Academia Española, RAE, la palabra competencia viene del latín “competencia” y “competente” y se define como “la pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo”. Así las cosas, toda formación que conduzca a un título profesional lleva implícita la idea de que al alumno se le darán competencias para ejercer esa profesión u oficio, por lo menos, eso es un presupuesto, y que tales aptitudes o pericias son las adecuadas para darle la idoneidad profesional en tal o cual disciplina.

Si este es el supuesto, ¿por qué se justifica esta revisión? El nuevo modelo busca que tales competencias sean explícitas en el currículo y esté claro de qué forma se adquieren y cómo se verifica que el alumno sí las adquirió. Los conocimientos son necesarios para adquirir la competencia, pero, frecuentemente, no son suficientes, por lo que se hace necesario revisarlos, hacer ajustes y, además, socializarlos con alumnos y docentes para que todos lo tengan claro.

En el caso del proyecto pedagógico de la Sergio Arboleda, nuestro modelo debe incluir y desarrollar, en forma estructurada, unas competencias generales. A saber: humanismo integral, innovación y espíritu emprendedor, y conciencia digital, que deben soportar y fortalecer las competencias disciplinares con las cuales se busca la máxima calidad posible de nuestros graduados, que les garanticen éxito profesional en su especialidad y en el relacionamiento con su núcleo familiar, laboral y social.

¿En qué se diferencia el nuevo Modelo pedagógico por competencias del modelo actual?

En el anterior modelo se privilegiaba la verificación de conocimiento, pero no las otras competencias necesarias para aplicar ese conocimiento y afrontar problemas del mundo laboral y empresarial.

¿Cómo se llevará a cabo su implementación?

Esta se llevará a cabo por fases. En la primera definiremos las competencias que queremos desarrollar en nuestros estudiantes. En la segunda se procederá a la formación por competencias. En la siguiente etapa se llevará a cabo la evaluación por competencias y en la última, se hará la incorporación de proyectos integradores.

¿Cómo beneficiará el cambio a los estudiantes?

En todo, primero van a conocer cuáles son las competencias en las que se van a formar y sobre las cuales los van a evaluar. Van a tener más claridad sobre su vocación real y sobre el mundo laboral en el cual van a desempeñarse. Y por último, van a tener una formación más adecuada para su inserción en el mercado laboral.

¿De qué manera impactará a los docentes?

En mucho, tendrán absoluta claridad de cómo sus asignaturas, métodos, y estrategias pedagógicas se articulan con la formación en determinada competencia, lo que les facilitará las estrategias de sus clases y las formas de evaluación.

Valorarán mejor su actividad y les permitirá hacer una permanente evaluación de su actividad, sabiendo que su propósito es contribuir a la formación adecuada de sus alumnos, quienes son los grandes actores de dicha formación y el docente es su guía y el acompañante de ese alumno.


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