Cambiar la visión que se tiene de la población privada de la libertad y contribuir a la humanización del sistema penitenciario en Colombia, son algunas de las metas trazadas por la Escuela de Psicología de la Universidad Sergio Arboleda desde el 2019. A través de la alianza entre La Sergio y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario-INPEC, la Institución ha ofrecido herramientas tanto a funcionarios como a reclusas de las cárceles de mujeres El Buen Pastor y La Picota.

Como resultado del trabajo articulado de La Sergio y el INPEC, más de 20 estudiantes del programa de Psicología han realizado sus prácticas en las cárceles anteriormente mencionadas.

“En la Escuela existe un modelo diferente de práctica. Contamos con tutores que semanalmente están acompañando el proceso de los jóvenes. Además de hacer la práctica en los centros penitenciarios, los Sergistas realizan un proyecto de investigación que debe contribuir a la disminución de las problemáticas presentes en estos lugares”, explicó Mónica Riva Gutiérrez, decana de la Escuela de Psicología de La Sergio.

“Lo bonito de esta alianza ha sido romper los imaginarios frente a las personas que están privadas de la libertad. Cuando los estudiantes deciden tomar la práctica en las cárceles, su perspectiva cambia totalmente. Algunos han manifestado que les ha cambiado la vida”, agregó la Decana.

Manuel Luzardo Daza fue uno de los Sergistas que realizó sus prácticas profesionales en 2020, en una de las cárceles con las que trabaja la Institución. De su experiencia resalta los retos a los que se enfrentó y superó con éxito, y el cambio de paradigma que tuvo una vez finalizó su proceso.

“Recuerdo con claridad la primera vez que impartí un taller a personas privadas de la libertad. Me consideraba tímido, sin embargo, en ese momento me apropié de mis conocimientos y de mi profesión. Tenía que poner en práctica todo lo aprendido en las aulas de clase y no podía darme el lujo de dudar de mí mismo”, relató el egresado del programa de Psicología.

“Haber estado ahí me hizo pensar en la necesidad de humanizar el sistema penitenciario. Esto es algo en lo que podemos aportar como psicólogos para generar ese gran cambio, que es tan necesario”, agregó el Sergista, quien actualmente se desempeña como psicólogo clínico en la Clínica Neurorehabilitar.

Es de destacar que, desde 2019 los Sergistas han tenido la oportunidad de realizar dos tipos de prácticas, la primera es en psicología social y comunitaria, y la segunda en psicología jurídica.

Como parte de la alianza, cerca de 150 funcionarios del INPEC participaron en 2020, en el Diplomado en Prevención y Comprensión del Consumo de Sustancias psicoactivas-SPA, impartido por profesionales de la Escuela de Psicología de la Universidad. En 2022, se espera que La Sergio aporte desde la implementación de Intervenciones Asistidas con Animales -IAA, en los tratamientos de las personas privadas de la libertad.

“Estamos formando psicólogos integrales y humanistas, que son sensibles a las problemáticas sociales no solo en el sistema penitenciario sino a nivel nacional e internacional. Esto les ha dado una mirada diferente de la realidad y les ha permitido desarrollar y fortalecer habilidades como el liderazgo”, enfatizó la Decana Sergista.

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